DOXOKALIA - 110
EL RINCON DE MANOLO: TO ORGANON : Morgengebetet de P. Tschaikowsky..
VITA ANTONII
EL anacoreta Antonio, padre del monacato egipcio murió en el
año 356 a los 100 años de edad. Atanasio de Alejandria escribio
su biografia pensando en transmitir un ideal de vida y un
metodo inspirador. Durante los tres primeros siglos la Iglesia
veneró como santos solo a los martires, pero en el siglo IV se
amplió la hagiografia a otras formas de vida ejemplares:
confesores que habían padecido en nombre de Cristo en las
persecuciones sin haber llegado al martirio y tambien los ascetas
o monjes que se mortificaban diariamente en el seguimiento total
de Cristo.Por eso las primeras vidas de santos que aparecen
después de las “ actas y passiones de los martires y
confesores “ sean la vida de los ascetas masculinos y femeninos.
Un ejmplo es la “ Vita Antonii “ escrita por Atanasio,
amigo de los monjes. Comienza con un prologo de una carta
como respuesta a una pregunta de los monjes, nos recuerda el estilo
literario en uso de los “ Apothegma o Erotaprokriesis “
preguntas y respuestas. Unos monjes fuera de Egipto que desean
tener un conocimiento ma s perfecto de los orígenes monásticos
que le sirviera de guia y modelo para su propia vida. Atanasio
contesta colocando y narrando en 94 apartados de la vida del
anacoreta Antonio, su noble cuna, juventud, vocación, casa
paterna, inicio de la vida monástica ayudado por monje de mas
edad, retirada a la soledad, etapa de su vida en un campo de
tumbas o cementerio, otra viviendo en las ruinas de la fortaleza
de Pispir, finalmente al pie de una montaña desde donde se
divisaba el Monte Sinaí y alli pasó el resto de su vida.
Padeció virulentos ataques del demonio en sus consecutivos
desiertos y soledades porque Antonio los expulsaba de sus lugares
y guaridas de refugio. Satanás mismo llega a quejarse a
Antonio diciendole que primero con el inicio y propagación del
cristianismo habían tenido que retirarse de las ciudades y ahora
los anacoretas los expulsaban de los últimos baluartes y refugios
en los desiertos donde los monjes le daban la batida. Antonio
lucha denodadamente contra los demonios que atacan con las armas de
los malos pensamientos o con un ruido infernal y contra los
ascetas que se defienden orando, santiguándose – señal de la
cruz - invocando el nombre de Cristo. Lucha y combate – ascetica
– que imita la conducta de los martires y confesores.Muchos
discípulos siguen a Antonio en el desierto para aprender de él.
Atanasio desarrolla toda la obra insertando tres dialogos: un
gran discurso dogmático en el que Antonio discute con sus
discípulos todo su programa ascetico - preguntas y respuestas -;
otro discurso contra los arrianos porque afirmaban que la
doctrina del anacoreta Antonio coincidía exactamente con la suya
y finaliza con otro discurso contra los falsos filósofos
paganos.
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