miércoles, 16 de octubre de 2019

DOXOKALIA - 118















                                                      DOXOKALIA  - 118







EL RINCON DE MANOLO: TO ORGANON : Sortí de Mendelssohn




AGUSTIN DE HIPONA Y SUS OBRAS (VII)


La obra mas conocida y mas famosa de Agustín de Hipona es el libro de sus “ Confesiones “ en la que cuenta su vida antes y después de la conversión y consta de 13 tratados. Toda conversión y confesión habla de un antes y de un después.Una parte movida por el pecado y otra movida por la gracia. La palabra “ Conversión “ en griego es “ Metanoia “ que significa cambio de mente, de enfoque, de idea, de sentido de la vida. “ Metanoia “ es un vocablo compuesto de la particula “ meta “ que es mas allá, cambio y de “ noia “ que es mente, idea, conocimiento. Es el proceso estereotipado de toda conversión, pero la de Agustín es mas elocuente y ejemplar al ser contada no por un recién convertido cualquiera sino por el sabio y santo Obispo de Hipona – Agustín -. Primero cuenta sus vaivenes y desvarios hasta su conversión, bautismo y muerte de su madre Santa Mónica y después de la verdad de Dios – magnalia Dei - grandeza y bondad de Dios, su gran misericordia y agradecimiento de Agustín. Las “ Confesiones “ de Agustín son una figura literaria universal elocuente, plástica y ejemplar para cualquier ser humano en toda latitud y tiempo. Nos enseña: “ No está fuera del hombre la verdad...in interiore hominis habitat veritas….” “ Fecisti nos, Domine, ad Te et inquietum est cor nostrum donec requiescat in Te… Nos has hecho, Señor, para Ti e inquieto está nuestro corazón mientras no te encuentra a Ti….”. Eterna y triste la realidad del hombre que se cansa, se marea y busca ansiosamente fuera de sí lo que tenemos dentro de nosotros mismos...Lejos y fuera te buscaba, Señor, y lo tenía tan cerca y dentro de mi...Tanto tiempo perdido y por eso rezaba así “ Sero amavit Te…. Demasiado tarde empecé a quererte...” . Aprendamos del Santo y Sabio Doctor de Hipona a pensar, a analizar, a reflexionar, a rezar y a convertirnos aúnque parezca un poco tarde. Cada hombre para vivir necesita grandes y pequeñas conversiones. Mientras escribo estas lineas me viene a la memoria aquella conocida anécdota del borracho : Una noche obscura y cerrada el borracho pierde sus llaves en medio de una profunda obscuridad.Mientras faenaba preocupado y nervioso por las llaves se presenta la policia que tratan de ayudarle. Tras una búsqueda infructuosa al pié de la farola confiesa el borracho que en realidad las llaves las perdió mas allá en aquella esquina obscura pero yo las busco aquí porque hay mas luz y se ve mejor. Santa Mónica, madre de Agustín nos enseña que rezar también es pedir la gracia de la conversión - la luz o farola para ver - porque nadie cambia de rumbo mientras no se ve perdido. Nunca perdió la fe ni la esperanza - nunca apagó la luz - hasta ver la conversión de su hijo.



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