DOXOKALIA - 118
EL RINCON DE MANOLO: TO ORGANON : Sortí de Mendelssohn
AGUSTIN DE HIPONA Y SUS OBRAS (VII)
La obra mas conocida y mas famosa de Agustín de Hipona es
el libro de sus “ Confesiones “ en la que cuenta su vida
antes y después de la conversión y consta de 13
tratados. Toda conversión y confesión habla de un antes y de un
después.Una parte movida por el pecado y otra movida por la
gracia. La palabra “ Conversión “ en griego es “ Metanoia “
que significa cambio de mente, de enfoque, de idea, de sentido
de la vida. “ Metanoia “ es un vocablo compuesto de la
particula “ meta “ que es mas allá, cambio y de “ noia “
que es mente, idea, conocimiento. Es el proceso estereotipado
de toda conversión, pero la de Agustín es mas elocuente y
ejemplar al ser contada no por un recién convertido cualquiera
sino por el sabio y santo Obispo de Hipona – Agustín -.
Primero cuenta sus vaivenes y desvarios hasta su conversión,
bautismo y muerte de su madre Santa Mónica y después de la
verdad de Dios – magnalia Dei - grandeza y bondad de Dios,
su gran misericordia y agradecimiento de Agustín. Las “
Confesiones “ de Agustín son una figura literaria universal
elocuente, plástica y ejemplar para cualquier ser humano en
toda latitud y tiempo. Nos enseña: “ No está fuera del
hombre la verdad...in interiore hominis habitat veritas….” “
Fecisti nos, Domine, ad Te et inquietum est cor nostrum donec
requiescat in Te… Nos has hecho, Señor, para Ti e inquieto
está nuestro corazón mientras no te encuentra a Ti….”.
Eterna y triste la realidad del hombre que se cansa, se marea y
busca ansiosamente fuera de sí lo que tenemos dentro de
nosotros mismos...Lejos y fuera te buscaba, Señor, y lo tenía
tan cerca y dentro de mi...Tanto tiempo perdido y por eso rezaba
así “ Sero amavit Te…. Demasiado tarde empecé a
quererte...” . Aprendamos del Santo y Sabio Doctor de Hipona
a pensar, a analizar, a reflexionar, a rezar y a convertirnos
aúnque parezca un poco tarde. Cada hombre para vivir necesita
grandes y pequeñas conversiones. Mientras escribo estas lineas me
viene a la memoria aquella conocida anécdota del borracho : Una
noche obscura y cerrada el borracho pierde sus llaves en medio
de una profunda obscuridad.Mientras faenaba preocupado y nervioso
por las llaves se presenta la policia que tratan de ayudarle.
Tras una búsqueda infructuosa al pié de la farola confiesa el
borracho que en realidad las llaves las perdió mas allá en
aquella esquina obscura pero yo las busco aquí porque hay mas
luz y se ve mejor. Santa Mónica, madre de Agustín nos enseña
que rezar también es pedir la gracia de la conversión - la
luz o farola para ver - porque nadie cambia de rumbo mientras
no se ve perdido. Nunca perdió la fe ni la esperanza - nunca apagó
la luz - hasta ver la conversión de su hijo.
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