El pueblo de Israel venido del exilio forma una comunidad religiosa sometida al imperio persa después del decreto de repatriación de Ciro en el año 539 a . C.
Trabajo de restauración y defensa de los pueblos ocupantes y vecinos. Los pilares fundamentales y básicos son la Ley o Torah, el templo y el sacerdocio.
Los libros del Antiguo Testamento reciben en este período su forma definitiva.
Ahora aparece otro enemigo Alejandro Magno que derrota a los persas e instala el imperio greco-macedónico, la expansión de su lengua, la cultura y civilización griegas, fenómeno conocido como Helenismo o dominio de Grecia. La comunidad judía soporta los ataques y luchas de los sucesores de Alejandro especialmente de los Lágidas o Tolomeos en Egipto y de los Seléucidas de Siria y Mesopotamia.
Hay judíos partidarios del helenismo y otros siguen fieles a sus tradiciones.
En el año 167 a . C. se produce una dura crisis, el seléucida Antioco IV pretende abolir el estatuto particular de Jerusalén otorgado por Ciro y prohíbe las prácticas religiosas judías en Palestina. Los hermanos Macabeos apoyados por los judíos piadosos –Asideos- organizan una rebelión armada que acaba por triunfar. Simón Macabeo obtiene la independencia política en Judá y hasta sus descendientes los Asmoneos retoman el título de reyes y mantienen esta situación un poco más de 70 años en medio de luchas fratricidas hasta que el año 63, Pompeyo convierte a judá en provincia romana.
Los judíos nunca habían podido soportar la dominación romana. Motines, sediciones, levantamientos, rebeliones y toda clase de violencias reprimidas por los gobernadores. Cestio Galo en el año 66 ordenó una cruel represión contra los judíos rebeldes. En el año 68 Nerón dio orden a Vespasiano que castigara a los rebeldes y su hijo Tito en el año 70 se apoderó de Jerusalén, la destruyó, fue quemado el Templo, edificios destruidos e incendiados, los habitantes pasados a cuchillo o reducidos a la esclavitud. Muchos otros se refugiaron en la colonia griega de Pella en la margen izquierda del Jordán.
Dentro y fuera de Palestina la expansión, las guerras y la diáspora obliga al judaísmo a la apertura con la nueva cultura griega o helenismo, fruto del diálogo es la traducción de la Torah o Ley al griego, realizada en Alejandría por setenta y dos sabios judíos, la 2versión de los setenta” y más tarde el resto de los libros de la Biblia : esta versión griega o Koiné es un griego fácil, común y vulgar. Es la Biblia usada por los primeros cristianos para formular los credos y la fe cristiana y el punto de unión entre los dos testamentos hasta el siglo IV después de Cristo en que apareció la traducción latina o vulgata hecha por San Jerónimo, también en latín fácil y vulgar.
Manuel Latorre de Lafuente
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