martes, 17 de diciembre de 2019

DECANOMIA - 138 .: DIOS UNO Y TRINO




                       O  neno Xesús -  cantiga -  de Torres  Creo



UNO Y TRINO

Naturalmente que éste exótico y sugestivo titular suena al misterio de la esencia de Dios: Uno y Trino-Santísima Trinidad.

Por supuesto que no tiene nada de rompecabezas, ni de contradición ni de trabalenguas. Al contrario es algo muy íntimo a cada hombre, vital y cercano.

Obviamente es un gran misterio incomprensible,pero es necesario conocerlo así, creerlo así y vivirlo de cerca así. Estamos ante la grandeza
e inmensidad de Dios.

Hay muchas cosas en éste mundo que conocemos pero que no comprendemos, no es culpa de las cosas, es así de limitadísima nuestra humana naturaleza.

La sana filosofía y la ciencia nos hablan claramente y hasta allí podemos saber y conocer de la “naturaleza o ser o esencia de las cosas” y por otro lado nos “hablan de la persona”.

En el misterio de la Santísima Trinidad nunca decimos “una y tres” en el mismo sentido o en los mismos términos. Sería un absurdo y contradicción.

Afirmamos y creemos en un solo Dios — una sola naturaleza, una
sola esencia, un solo ser— lo que es Dios en sí mismo.

Afirmamos y creemos que esa naturaleza o ser Dios posee o subsiste
en “tres personas o hipóstasis”. Padre, Hijo y Espíritu Santo. Estas tres
personas distintas no son más que un solo Dios.

En este mundo que conocemos cada ser o cada cosa tiene su propia
naturaleza o ser que le hace ser lo que es y no otra cosa. Asi la planta, el
mar, la piedra, el caballo o el hombre, todos estos seres tienen su propia
naturaleza —esencia-ser— y solo el hombre es, posee o tiene una
persona. Pero la una, rica y divina naturaleza de Dios subsiste o tiene tres
personas iguales en antigüedad, majestad y perfección y distintas
porque el Padre no es el Hijo y el Padre y el Hijo no son el Espíritu
Santo.

Ninguna de las tres personas es anterior o posterior. Las tres son
eternas. El Padre no puede existir un solo instante sin engendrar a
su Hijo.

La luz es producida por el sol, no obstante el sol es el principio de la
luz; la luz es tan antigua como el sol es el principio de luz; la luz es
tan antigua como el sol porque el sol no puede existir un solo instante
sin brillar.

Grande e inefable misterio de Dios que envuelve, penetra e invade
la vida del hombre hasta lo más profundo e íntimo de su ser.

El amor de Dios se ha infundido en nuestros corazones por el
Espíritu Santo para que vivamos como hijos de Dios queridos por
Dios Padre.

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