Sonatine de Clementi
TEURGIA
No es tan rara esta palabreja “Teurgia” ya que a menudo usamos en
el lenguaje común, de a pié y para andar por casa y también en la jerga
académica y cultural términos parecidos compuestos con las mismas
raices, así: metalurgia, siderurgia, fiturgia, halurgia, liturgia, quirurgia.
Todos los vocablos compuestos con el sufijo “urgia” llevarán una
idea o significado de acción, trabajo, operación de algo. “Fiturgia” es
jardinería, trabajo y cultivo de plantas.
“Teurgia” significa la operación o trabajo de Dios. Palabra compuesta
de “Theos” que es Dios, algo divino y de “ergón” que es operación, acción,
trabajo.
Qué hace Dios? En qué trabaja? Qué oficio tiene? Dios ama, crea,
cuida la creación y salva a los hombres.
Ya conocemos aquel axioma latino que suena así: “Operari séquitur
esse…” La operación, la acción y el trabajo sigue al ser, primero una cosa
es lo que es —su esencia— y luego opera y trabaja según su esencia.
Naturalmente toda operación o trabajo especifica la naturaleza del ser.
La piedra es lo que es, el caballo puede dar coces, el hombre puede
razonar y pensar, Dios crea el mundo y salva a los hombres.
Dios hace lo que no puede hacer la piedra, ni el caballo, ni el hombre:
crear el mundo, conservarlo e ir salvando a todos los hombres que van llegando
a este mundo, atacando lo que realmente hace daño al hombre: el
pecado y la muerte. Solo Dios puede hacer esta operación —Teurgia—
.
—Padre Eterno— crea el mundo por amor, pero el hombre le falla.
Dios piensa, no abandona, como una madre a la cabecera de su hijo
gravemente enfermo, elige, inventa y llama a un pueblo de creyentes y
de hijos restaurados. Cristo, su hijo, convoca, reune a todos en la casa,
convocatoria, iglesia, —oikia— asamblea de amigos, hijos de la luz,
una nueva creación, una reforma, restauración o plan que procede de
Cristo, vive en Cristo y camina hacia Cristo.
El Espíritu Santo, el tercero del triunvirato, que es amor, actua,
hace vivir y anima esta nueva creación con su soplo, mociones,
inspiraciones, dones y carismas, dirige, vivifica, enriquece, infunde
fuego en los corazones para que quieran salvarse y dejen quererse
modelando santos y mártires. Es la cumbre y el remate de la
Teurgia o querer de Dios, es la plenitud de los tiempos, es
—pleroma ton jronon— es el final de la operación.
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