Aleluia de Hándel (Eine Seite )
ABBA.....PADRE
La relación o comercio entre Dios y los hombres es familiar y cariñosa,
es relación de Padre a hijo y de hijo a Padre. Es el regalo y el don más
grande que Dios otorgó a los hombres.
Naturalmente que el padre cuida y ama a su hijo según sus posibilidades
y el hijo honra, trata, obedece y ama a su padre. La grandeza incomparable
es que en este caso el padre es Dios.
Todos los hombres somos hijos de Dios en su único hijo Cristo que
nos enseñó a tratar así a Dios como Padre: “Padrenuestro…” la oración
por antonomasia del cristiano. “Abba, papaito, babo, papá —Lieber Vater—”
balbuceando como niños pequeños.
Los hijos tienen derecho a la herencia de su padre y esta herencia es el
mejor tesoro: Cielo, reino, vida eterna.
En la prueba de este mundo tenemos que luchar para ser buenos hijos
y santos.
En los formularios que aparecen publicados con oraciones para
niños pequeños nos encontramos con cosas curiosas, oraciones fáciles
y sencillas que nos pueden enseñar a vivir esta relación, este comercio,
esta gran verdad y realidad.
Por la mañana reza el niño pequeño: “Buenos dias, querido
Padre-Dios… Oh ya es de día otra vez, a está todo claro fuera,
gracias porque he dormido bien esta noche y ahora tú me regalas
y preparas otro nuevo dia, que sea hermoso y bonito, yo estoy
contento en el mundo porque puedo jugar —spielen— trabajar de
nuevo. Tu me has cuidado durante toda la noche obscura por eso te
doy gracias de nuevo con el corazón y con la boca. Ayúdame y asísteme,
querido Dios, para que este nuevo dia sea bendecido y santo”.
Así, de corazón a corazón, de tú a tú o con oraciones semejantes
podemos también aprender de los niños a rezar con confianza, con
agradecimiento, con la alabanza, con sencillez y con amor y poder vivir
siempre en la presencia de nuestro Padre-Dios.
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